AY!!! LA TOLERANCIA...
Paseaba ayer con mi niña de la mano, por la calle que veis en la imagen, arteria de mi ciudad. Calle peatonal donde en convivencia y armonía los transeúntes nos relacionamos, con músicos, mendigos y bueno, como en cualquier otra, con todo el que se pone a tiro... Y a tiro me puse yo, de una señora que me aborda, a la que ya había divisado pocos metros atrás, pues algo se cocía por allí, cuando una caseta estratégicamete colocada delante de un parque infantil, llamaba la atención.
"No olvidar que mi niña tiene ocho años".
La señora en cuestión, me ofrece el panfleto que blandía en su mano, y que le cojo comentándome que es contra el aborto, para acudir a una manifestación, creo que el domingo. Le devuelvo amablemente el papel diciéndole que estoy a favor del aborto. Me dio por ese lado, me salió del alma, ejercí mi derecho en democracia, a la libertad de expresión. La señora, me dijo, ah! muy bien, en tono un tanto irónico... Y cual será mi sorpresa y por supuesto la de mi niña, que por la espalda me lanza el cuchillo siguiente: -Pues que su hija cuando tenga diez y seis años que aborte. Mi respuesta, con un tono algo elevado fue : ¿Quién se cree usted que es? métase en sus asuntos. Me sentí fatal, yo que soy discreta, que me dejen en evidencia... Me quería morir...
Pero una pareja que caminaba a nuestro lado, al escuchar las explicaciones sobre tolerancia, respeto y dignidad que trababa de argumentar a mi niña, que en un momento mi hizo un millón de preguntas. Empatizó conmigo. La verdad, lo que en un principio fue un mal trago, se convirtió en una lección de vida y me sentí orgullosa de haberme expresado, de que mi niña se diera cuenta de lo que no se puede consentir y aprecie que la tolerancia para ser un valor ha de ser recíproca.
"No olvidar que mi niña tiene ocho años".
La señora en cuestión, me ofrece el panfleto que blandía en su mano, y que le cojo comentándome que es contra el aborto, para acudir a una manifestación, creo que el domingo. Le devuelvo amablemente el papel diciéndole que estoy a favor del aborto. Me dio por ese lado, me salió del alma, ejercí mi derecho en democracia, a la libertad de expresión. La señora, me dijo, ah! muy bien, en tono un tanto irónico... Y cual será mi sorpresa y por supuesto la de mi niña, que por la espalda me lanza el cuchillo siguiente: -Pues que su hija cuando tenga diez y seis años que aborte. Mi respuesta, con un tono algo elevado fue : ¿Quién se cree usted que es? métase en sus asuntos. Me sentí fatal, yo que soy discreta, que me dejen en evidencia... Me quería morir...
Pero una pareja que caminaba a nuestro lado, al escuchar las explicaciones sobre tolerancia, respeto y dignidad que trababa de argumentar a mi niña, que en un momento mi hizo un millón de preguntas. Empatizó conmigo. La verdad, lo que en un principio fue un mal trago, se convirtió en una lección de vida y me sentí orgullosa de haberme expresado, de que mi niña se diera cuenta de lo que no se puede consentir y aprecie que la tolerancia para ser un valor ha de ser recíproca.
Comentarios
No sabia de que era.
Ahora comprendo.
Ni caso a ese personal.
un abrazo
por dios, eso digáselo usted a su hija y no me moleste cuando voy por la calle que yo no la he llamado...esto es lo que le hubiera respondido a semejante desfachatez.
Es que se creen que no hay más realidad que la suya.La que están armando con lo de los 16 años.