Cuando la realidad nos deja al margen de nuestra cotidiana existencia.



Estaba yo, con el cabreo que me producen los irremediables cambios que se avecinan, y los que estamos sufriendo, me refiero a la enseñanza; dándole vueltas a un artículo pendiente, sobre los adolescentes que se ven sometidos a la incertidumbre de una educación que, más que alimentar su espíruto va a demoler sus ganas de conocimiento, donde la ética crítica desaparece, donde la fisolofía será mera optativa... 
Entonces, me llega la noticia del fallecimiento de María deVillota, que iba a participar en un acto en el centro de congresos FIBES dentro del sexto congreso "Lo que de verdad importa", una iniciativa dirigida a jóvenes universitarios y preuniversitarios donde los ponentes cuentan experiencias impactantes.

Y así, me he quedado sin recursos ni lingüísticos, ni estilísticos para seguir afrontando lo que antes os contaba. Paralizada cuando la realidad nos deja al margen de nuestra cotidianidad. En fin, ahora toca verificar las circunstancias de la muerte y su origen. Una lástima que alguien con tanto que aportar nos haya dejado.

María sé feliz donde quiera que estés

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